Relatos #3 - Dulces sueños

¡Hola a tod@s! Aquí Un Chico sin Suerte.

Hoy os traigo un relato que escribí durante un taller de escritura que recibí el pasado año. Es un relato escrito en dos partes diferenciadas, donde se puede ver la misma historia desde dos puntos de vista diferentes. Espero que os guste y que me déis vuestra opinión. Quiero aprovechar para mandar un cariñoso saludo a todos mis compañeros del taller. Se os echa de menos cada vez que escribo :)

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<<¿Qué pone ahí? Velocidad máxima 40 km por hora... Eso es para monjitas y retrasados, yo se controlar bien mi coche>>. Me toco la cara y se me escapa una carcajada. Apenas siento nada, parece que esa botella de vodka está surtiendo efecto. Un coche va demasiado despacio, me está frenando y eso no es tolerable, así que me cambio al carril izquierdo. Venga, allá voy.

- ¿Pero qué haces? ¡¡Mujer tenías que ser!! - grito enfurecidamente.

Una estúpida conductora, que no tiene ni idea de cómo se conduce, acaba de intentar obstaculizar mi cambio de carril, y mira que tenía mis razones. ¡Si el tipo de delante es una tortuga, estaba claro que tenía que cambiar! Por eso no puse el intermitente ni nada, debería entenderlo, zorra estúpida. Acelero. Acelero todavía más. Quiero recuperar todo el tiempo que he perdido por culpa de ese dominguero. Una chica ha empezado a cruzar de espaldas y, de repente, se ha tirado encima de mi coche. No me da tiempo a frenar. Diablos, la he atropellado y está tirada en el suelo a unos 4 metros de mi coche. Será idiota... Ahora tendré que revisar si mi coche se ha abollado...

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Un tierno beso, eso es todo lo que necesitaba para que mi día fuera del todo perfecto... ¡Y me lo ha dado! ¡Me ha besado Mario! Ay, por Dios, ¿pero esto qué es? No puedo dejar de sonreír mientras siento como cientos de mariposas revolotean alegremente sus coloridas alas en mi interior, creando un mundo de sensaciones que jamás antes experimenté.

- Espero verte mañana – me dijo Mario, con esa linda sonrisa que ilumina cada rincón de mi alma.
- Por supuesto que sí, ¿me echarás de menos esta noche?
- Te echaré de menos nada más me de la vuelta.

¡Qué palabras tan bonitas! Es un auténtico caballero, de eso no hay duda. Otro beso más, esta vez le se lo dí yo, se lo ha merecido y con creces. Empecé a andar de espaldas con la cabeza medio agachada y sonriendo mientras me muerdo un labio a causa de los nervios y la euforia. Me doy media vuelta y debo afrontar un paso de peatones que se hace eterno al alejarme de él... De repente siento que algo me eleva y me mece en el aire, hasta caer dando varias vueltas. Parece que reposo en una cómoda y mullida cama de plumas. Giro la cabeza hacia Mario y él está ahí, corriendo hacia mi lado para acompañarme en mis sueños. ¿Qué es ese halo de luz que lo rodea? Será que es un ángel, que me abrazará toda la noche. La fría y larga noche que me espera.
 

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¿Qué opináis del relato? ¡Me encantan vuestras opiniones!

¡¡Un saludo!!